lunes, enero 02, 2006

Llegaron las Posadas!

Durante los pasados días hemos sido partícipes de algunas de las fiestas más típicas para el mexicano: las posadas. ¿Qué mejor pretexto para empezar a celebrar antes la Navidad que múltiples pres y posts posadas?

Cuando era un niño adicto a Chabelo y a los ThunderCats.. para mi las posadas significaban dulces incomibles (¿a poco hay alguien a quien le gusten los huevitos blancos de “aguinaldo” que inevitablemente te achocan en tu bolsita navideña?), también era típica la tía desafinada que entonaba cánticos mientras te achocaba una velita que era causa de mucha diversión (como “accidentalmente” quemar el pelo de tu vecinita quejumbrosa) también figura en mi memoria el tío productor de brodway frustrado, que intentaba montar una gran obra teatral del nacimiento de Jesucristo con sus “talentosos” sobrinos, donde inequívocamente la prima más zorra era nombrada la virgen María (¿acaso sería pedrada con guante blanco?) la comida en las mesas de niños, donde el primo gordo te intentaba saquear de tu marinita de mole y tu ensalada de frutas navideña y yo me defendía con mi tenedor blanco desechable. Por último las posadas de infancia me traen a la mente la clásica piñata de estrella llena de naranjas, caña de azucar y mandarinas, estas frutas eran verdaderos misiles que chocaban contra mi cabeza al romperse la piñata, creo que por eso desarollé un tick nervioso que se activa cada vez que veo una piñata en la calle.
Al ir creciendo las posadas se han vuelto un poco más relax… con agradables intercambios de regalos, donde experimenté el clásico síndrome de dar el súper regalo y recibir a cambio la nueva colección de tuppers de Martha Stewart (así o mas reciclado el regalo) la gente Wannabe fashion que aunque estemos a 35º C se empeñan en usar su bufanda de muppet (clásicas bufandas peludas que para su elaboración mataron a Fossy o a Animal del conocido programa de títeres) y sudan la gota gorda cual larga es la fiesta.
Hoy tomamos las posadas como un motivo más para tomar la copa martinera con nuestros amigos… burlarnos de la gente ridícula que usa sombreros de peruanos o gorritos condoneros con borlas… o en el peor de los casos escuchar los villancicos de Moderatto (cuídense Moderatto, una cosa grave fue meterse con Timbiriche.. pero meterse con Dios son palabras M A Y O R E S)
Por último te puedo decir que con el paso de los años, he concluido que no hay mejor manera de cerrar un año, que reuniéndote con tus amigos y familia, y las posadas, aunque terroríficas por su alto contenido de cotidianismo y posibilidad de ridículos familiares, son una muestra mas de que el mexicano celebra la vida y la muerte, los principios y los finales, el recuerdo del nacimiento de un Dios, y el futuro de que seamos mejores personas, hijos, hermanos, amigos, el año que entra.

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