Ahogad@s en vasos de agua

Debo confesar que independientemente de lo criticón que puedo llegar a ser, trato de nunca juzgar a una persona que se queja de sus problemas, aún cuando a mi parecer, éstos son nimiedades o ridiculeces, es por eso que al menos espero que cuando yo me quejo de lo que a mi me afecta, espero al menos que mis allegados me escuchen.

Una excepción a esta regla personal, de respetar la problemática ajena, se prestó hace unos días, cuando me enteré que la pobre Victoria Beckham, mejor conocida en el mundo como Posh Spice, se las está pasando “negras” en su mudanza a Los Angeles. Y es que es tanta la fama de esta mujer, y tanto el ocio del mundo, que ya han producido un reality show en torno al cambio de ciudad de la esposa del delicioso rubio David Beckham, el cual hace que cualquier partido de futbol parezca una pasarela de D&G.

En este programa se muestra a una mujer alterada por manejar en la derecha y no en la izquierda como en su tierra natal, desesperada por encontrar escuela para sus hijos asexuales a los cuales les urge una rapada y por último asediada por los paparazzos hollywoodenses, que me imagino que luego de pasar los últimos meses retratando la regordeta genitalia pelona de Britney, los overoles de prisión de Paris o las jeringas usadas de Lindsay, están desesperados por captar imágenes de una mujer con ropa interior y una carrera por delante, o al menos alguien en sus cinco sentidos y no exconvicto. A final del primer show, Victoria está tan estresada que tiene que irse a desahogar arrasando las boutiques de Rodeo Drive.

Realmente se me hace inverosímil, que una persona cuya vida radica en dejarse arreglar por sus asesores de moda, de los cuales carga tres las 24 horas del día para asegurar que su cabello, maquillaje, ropa y accesorios estén siempre fotografiables, afirme estar estresada por buscar una mansión sin tener presupuesto y socializar con las damiselas locales de California.

Siendo un poco más justo y reflexivo, creo que cuando tu ingesta calórica es de 2 calorías por día ( 4 Diet Cokes) hasta respirar debe ser un suplicio, y mucho más cargar unos lentes Chanel y un bolso Louis Vuitton lleno de maquillaje, por lo que a lo mejor es normal que susodicha fémina pase un martirio al llegar una ciudad donde el sudor corre hasta la sombra de los ojos y todo está a grandes distancias.

Es por eso que hoy, inspirado en los dilemas de Posh Spice en vivir con 50 millones de dólares al año y tener la osadía de quejarse de citar a Mia Colucci diciendo “Que difícil es ser yo”, me doy cuenta que hay momentos que sentimos que se nos acaba el mundo, como por ejemplo, cuando se nos queda parado el carro.

Ya sea porque se nos ponchó una llanta, se sobrecalentó el motor o porque la computadora del carro piensa que es Navidad y hace que se enciendan y apaguen mil foquitos en nuestro tablero, no hay nada mas horrible que se te detenga el carro y ya no quiera colaborar con uno. Es en esos minutos cuando, por sentido común abres el cofre, y te das cuenta que entiendes lo mismo de un motor que de neurocirugía, que maldices el haberte preocupado más por tomar clases de pintura, apreciación artística o canto, en vez de cómo tus amiguitos heterosexuales mancharte las manos con aceite y aprender a revisar un motor y al menos saber de algunos de sus componentes.

Gracias a Dios algunos tenemos el gusto de tener como parejas raros especimenes Homo-Sexualis-Mecanicus ó porque ya existe asistencia en el camino, pero a fin de cuentas después de pasar un rato observando el motor como si por telequinesis se fuera a arreglar, llega un salvador que nos auxilia.

Es por eso que luego de esta breve reflexión, me percato que no está bien juzgar a una persona por sus problemas, ya que definitivamente cada persona tiene habilidades, capacidades y debilidades diferentes, que hace que lo que para una persona es un problemón para otra sea una risa, y viceversa.

Lo que si definitivamente es reprobable, es que en el caso de tener una situación difícil y problemática, nos demos por vencidos cual Leo DiCaprio en Titanic, ya que independientemente de lo difícil que parezca algo que nos agobia, así como Victoria Beckham logró aclimatarse a la ciudad con el apoyo de su imparable Katie Holmes y yo salí del estancamiento automotriz gracias a mi Príncipe Azul, siempre tenemos la habilidad de salir adelante y solucionarlo, si no es por nosotros mismos, con apoyo de nuestros familiares, amigos y seres queridos. En momentos de dificultad es cuando tenemos que dejar atrás orgullos, y aceptar la ayuda de quien con gusto la ofrece.

En la vida, las cosas buenas nunca acaban, desgraciadamente los obstáculos y problemas tampoco, pero es una decisión personal decidir pasarnos la vida quejándonos y llorando cual Magdalenas, o dejar de ahogarnos en un vaso, para ser objetivos y solucionar nuestras dificultades, usar nuestra mejor sonrisa y enfrentar la vida con las mejores armas: la mente y el corazón, pero bueno, si todo eso falla siempre hay un plan B, ¡casarnos con un futbolista millonario y mudarnos a California!.

Feliz fin de Semana, y ¡bienvenida a América Posh!