viernes, diciembre 16, 2005

Compras decembrinas

Mi papa siempre dice que vale más una tenue pluma y un viejo papel que la memoria más brillante, haré mas contempo esa frase, y he decidido tropicalizarla por una jotísima Mac y mi ágil tecleo de secretaria bilingüe , que le debo a los maristas de mi secundaria.


He decidido empezar a escribir las cosas que me pasan por la cabeza (específicamente las de arriba, y ya un poquito más animado las de la otra) porque me gustaría poder dejar por escrito lo que hice, vi, pensé y sentí durante mi vida, y poder compartirla aunque sea con alguna persona interesada en leerla, así que si lo estás haciendo: Gracias.


Quiero empezar diciéndote que para estas fechas es Navidad aquí en la regia ciudad de Monterrey, el consumismo está a todo lo que da y las compras de pánico se manifiestan en cada esquina, y en nuestra extensión citadina: McAllen, USA. El fin de semana pasado, ya sea por el efecto de algún sedante o un malcruce de ideas, planee con mis amigos una ida relámpago a susodicho destino, lo cual se derivó en filas interminables desde el cruce (¡que padre que hagamos cola de una hora para ir a gastar nuestros aguinaldos!) seguido por conductas que me decepcionaron mucho, tales como, después de hacer una fila de una hora para pagar en la conocida Toys´r´us, un abusón señor se acercó a nosotros para ofrecernos 10 dólares con tal de que le pagáramos… ¡Imagináte! La situación estaba como para agarrar a un de esas muñecas pseudo-prostitutas Bratz y golpearlo hasta dejarle impresa en la piel la cara de zorra de la muñeca, gracias a la cordura de mis amistades, mandamos a Shangai Via su Matra al señor en cuestión.


Seguido de ese triste incidente, en una calle de Mcallen, una niña regia, seguro San Petrina (conocido municipio de Nuevo León donde en teoría vive la gente más pipiris-nice y bonita) nos mostró su educación vial al valerle la fila que hacíamos muchos vehículos para tomar una salida del freeway y saltarse un camellón dejándonos a todos atrás… que bárbara, seguro el peróxido de su tinte ya le penetró al cerebro, pobre.


Para terminar nuestra experiencia de compras, nos topamos con un mall retacado de gente, donde el respeto al acomodo de la ropa era ignorado, o donde las señoras te empujaban con tal de pasar con sus miles de bolsas .-Señoras empujonas, para mi también comprar es un deporte, nada mas que si a esas vamos hay que contratar árbitro porque ustedes, cometieron faltas, aparte métanse con una de su calibre.


Creo que Navidad es una fecha increíble, tenemos vacaciones, recibimos regalos, podemos ponernos nuestros mejores abrigos y accesorios divinos de frío, compramos regalos para nuestros verdaderos amigos (arpías obviamente excluidas) y celebramos una época que independientemente de nuestra religión debe sacar lo mejor de nosotros, es por eso que te invito a que no te conviertas en un poseso del mal, y estos días que compres tus regalos, pórtate civilizadamente, respeta espacios (me choca la gente que empuja en las filas) no desordenes de más la ropa por buscar tu camisa Small de Zara (eso te pasa por anoréxico) no robes lugares de estacionamiento y sonríe de vez en cuando, pero no solo al cajero guapísimo de Mássimo Dutti o al hombre cuarentón guapísimo del gym, sino a todas las personas.


Por último te deseo unas posadas felices, disfruta mucho a tus amigos y familiares, ya luego te comentaré mis hallazgos en dichas festividades.