jueves, abril 12, 2007

Sterosexual

Hay veces que me aterra la cantidad de motivos por los cuales me voy a refundir en el infierno, ya que aparte de ser un activista sodomita, soy más criticón que Joan Rivers en la alfombra roja de los Oscares o Pedrito Solá en Ventaneando. Hace unos días decidí hacer “mas puntos malos” y aún cuando la religión católica exige en semana santa pasar días de recogimiento y duelo, mi también sodomita novio y yo nos pasamos unos días increíbles de rol, descanso y shopping en Dallas, Texas, arrasando con las maravillas del Galleria Mall y nuestra muy amada Ikea, que definitivamente es un regalo de la creación para los pobres mortales.

Aparte de que Visa debe de estarme poniendo un altar por tanto tarjetazo, el viaje tuvo resultados muy positivos en mi acervo cultural ya que visitamos varios museos como el Kimball y el Museo de Arte Contemporáneo, ambos construidos por geniales arquitectos. Pero sin duda el viaje aportó mucho en mi guardarropa ya que me urgía terminar de abastecerme para el verano 2007 pues en Las Vegas no fue suficiente.

Debo contarte que fue precisamente durante estas compras de pánico cuando sucedió una de las cosas que más me cautivaron del viaje: En una tienda del Galleria Dallas, mi novio decidió probarse unos maravillosos pantalones y yo cual simple “amigo” a los ojos de la sociedad tenia que esperar a fuera, a diferencia de los matrimonios straight que tienen privilegios en los probadores de las tiendas. Fue entonces cuando sucedió lo increíble, el encargado de los probadores, muy guapo por cierto, me preguntó que si deseaba entrar a los probadores, para darle mi opinión de la prenda a mi “amigo”, obviamente esto con una actitud mega gay-friendly, super sonriente, servicial y con una actitud de que denotaba que sabía claramente que el hombre en el probador era mi novio y no teníamos porque ocultarlo. Claro que al ocurrir todo esto yo me puse mas rojo que un labial de Chanel y me reía cual India María refugiado en mis trenzas, ya que no estoy acostumbrado a que alguien ajeno, que no sea algún amigo cercano, nos trate a mi allegado y a mi como pareja.

Luego de dar mi visto bueno a los famosos pantalones, comprarlos y al salir de la tienda, mi color rojo no desaparecía y seguía dándole vueltas a mi cabeza al extraño fenómeno que acababa de ocurrir, ya que aún cuando vivimos una época privilegiada para la comunidad gay con respecto a apertura y a aceptación pública, nunca me había pasado que de una manera tan natural y con un detalle tan pequeño, alguien aceptara, aprobara y reconociera mi situación de pareja. Fue hasta después de un rato, cuando asimilé finalmente, que el pequeño-gran detalle que tuvo para conmigo el susodicho encargado de probador, es algo que espero algún día todos sean capaces de hacer, ya que aún cuando para muchos somos una aberración, los homosexuales somos personas y miembros activos de la comunidad en la que nos desenvolvemos, trabajamos, pagamos impuestos, votamos y por lo tanto también merecemos que nuestras relaciones sentimentales, sean de noviazgo, “sociedad civil” sean reconocidas igual que lo son las relaciones heterosexuales.

Creo que todos los que nacimos como “de ambiente” tenemos la obligación de demostrar día a día que no somos como malamente nos pintaron en el pasado, a base de prejuicios, mala información e ignoracia, sino que somos tal y cual otra persona. Es por eso que ojalá que todos los heterosexuales que nos aborrecen sepan que:
  • No todos somos estilistas, floristas o modistas: Aún cuando Stefano y Dominico hacen una labor divina como modistos en D&G, es fascinante darnos cuenta que un hombre homosexual puede desempeñarse excelentemente bien en cualquier meta que emprenda, y es así como hoy en día observamos fuera del closet a políticos como James E. McGreevey ex gobernador de New Jersey o hasta a militares como Reichen Lehmuk del Air-Force de EUA, mostrándonos que nuestras capacidades son iguales a las de cualquier otra persona. En la mayoría de los casos, superamos las expectativas en nuestras labores, muchas veces porque por naturaleza somos altamente dedicados para “compensar” nuestro “defecto”.
  • No a todos nos gusta vestirnos de mujer: Aún cuando una parte de la comunidad espera ansiosamente Halloween para tener un pretexto de usar plataformas, peluca y rubor, hay también un gran sector que por más que amamos los diseños de los zapatos de Jimmy Choo o las bolsas de Gucci no prentendemos usarlos como prendas propias. Es por eso que espero que no crean que todos pasamos la noche con las pelucas de Francis o haciendo coreografías cual Bugambilia de Aventurera con pezoneras de Cabaret.
  • No todos oímos la misma música: Aún cuando casi todos sabemos e idolatramos a las canciones de Madonna de principio a fín o resbalamos con las de Jeans, no todos somos unas locorronas que enloquecemos cual la niña del exorcista al oir “Todos me miran” de Gloria Trevi. Creo que al contrario, muchos hombres homosexuales han aportado pilares a la música a lo largo de la historia, y últimamente tenemos exponentes como Freddie Mercury o el mismismo Sir Elton John. Y bueno, en una versión muy outlet de exponente musical tenemos al orgulloso mexicano Christian Chavez, que aunque nos retruene el hígado admitirlo es reconocido en todo el mundo como parte de RBD, y ahora es dominio público que “le chilla la ardilla”.
  • No somos enfermos: Me frustra saber que muchas personas todavía tienen el concepto de que estamos alterados de la mente. Creo que es tiempo que la gente se percate que la homosexualidad no se quita como la gripa, sino que es una condición con la que se nace, así como el color de los ojos o el tamaño de los pies. Es injusto que hoy en día todavía a varios miembros de la comunidad se les catalogue como enfermos mentales y se les medique o aplique terapias con el objetivo de “curarlos”, recordemos la historia de Simón el gran varón: Árbol que crece torcido jamás su tronco endereza.


Se que much@s de los que leen este blog semanalmente estarán totalmente de acuerdo con los puntos que arriba he mencionado, pero es importante darnos cuenta que todavía hay sectores de la población alrededor de todo el mundo que desprecian y humillan a los homosexuales.

Como he repetido previamente, todos somos seres humanos y merecemos amar y ser amados. Es por eso que aclamo con un Aleluya a países que ahora reconocen legalmente y con todas las de la ley los matrimonios entre gente del mismo sexo, como Inglaterra, España y Canadá por mencionar algunos. Creo que hoy en día en una sociedad donde el amor es tan difícil de encontrar, cultivar y hacer crecer, todos deberíamos de proteger y celebrar cuando alguien se enamora y trata de compartir su vida con alguien, sea de otro sexo ó del mismo.

Es por eso que a ti que eres un straight gay-friendly ¡enhorabuena! Has aprendido a aceptar que realmente cada cabeza es un mundo y cada corazón es un universo. Para ti que eres un straigt-confundido, que no sabes que pensar de nosotros, acéptanos así como nosotros te aceptamos tal cual eres y por último para ti que naciste homosexual, creo que ya has pasado por una etapa de negación, de sentirte mal, de odiarte por sentirte atraído hacia algo “prohibido”, y ya lloraste mucho al respecto, pero espero que hoy te mires al espejo y te des cuenta que hay cosas de ti que no puedes cambiar, sino que debes de aceptarte tal cual eres y decidirte a vivir de la mejor forma que puedas, dando lo mejor de ti en todo lo que hagas y demostrándote que más allá de lo socialmente aceptable, está lo personalmente aceptable: el respeto hacia ti mismo, lo que sientes, lo que piensas y lo que quieres llegar a ser.

Feliz fin de semana mis estimad@s, un abrazo sincero.