jueves, noviembre 16, 2006

Las Nuevas Asociaciones

Durante mi infancia, aparte de ser adicto a los Duvalines y soñar con ir a "En Familia con Chabelo", era un fanático de las historietas, y uno de mis personajes favoritos en las tiras comicas era la rubia Susanita, la simpática y frívola amiguita de Mafalda, la cual aparte de tener como misión en la vida organizar glamorosas cenas de beneficencia con Pavo y vino para juntar dinero y comprarle frijoles a los pobres, tenía como prioridad en su existencia, formar un hogar feliz y cuidar a sus vástagos en una mansión donde nada faltara y ella fuera la ama de casa perfecta, algo así como que la versión infantil de Bree de Desperate Housewives.

Hasta hace un tiempo, yo pensaba que mi gusto por Susanita se quedaría solo en admiración, pero ahora, parece que tengo una oportunidad de poder tomar sus ideales como míos, y poner una casa como Dios manda ya que en días pasados, y luego de varios años de esfuerzo de muchas personas, se aprobó en la Asamblea Legislativa del DF la famosa “Ley de Sociedades en Convivencia”, la cual básicamente permite que dos personas del mismo sexo, o de diferente puedan jugar a la casita con todas las de la ley, avalando los derechos de tutela, testamento y hasta pensión alimenticia en caso de separación.

Es así como súbitamente me hallé a mi mismo imaginando como será escoger mi mesa de regalos en Palacio de Hierro y en Liverpool, y como al fin lograría las cuatro grandes metas de todo niño gay bien regio: un título con mención honorífica de excelencia del Tec, una carrera en ascenso, una preciosa casa minimalista en Valle y un Tiffany´s espectacular con una roca que deje pendeja a la “piedrita” de compromiso de Katie Holmes. Súbitamente y cual cubetazo de agua me cayó el veinte de que faltan años para que esta ley se aprobada también en Nuevo León, y que independientemente de que exista, todavía es un riesgo muy grande salir del closet totalmente, ya que se expone mucho el trabajo, por eso de la “reputación” y las “buenas costumbres”, por lo que mi gran bodorrio en el Club Industrial con al menos 6 hojas de fotografías en la sección del Sierra Madre de El Norte, tendrá que esperar algún tiempo.

De una u otra forma, con boda cercana o no, es sumamente interesante como ahora todos, homofóbicos, gayfriendlies e indiferentes, se han cuestionado sobre las relaciones entre gente del mismo sexo, y se han podido dar cuenta que cada vez somos más los que optamos por esta vida diferente, y que vivimos en pareja con o sin su reconocimiento. Es por eso que hoy, he decidido hacer un breve recuento de algunas de las ventajas de una relación amorosa entre dos hombres:
  • Dos Sueldos “macho-mexicano”: En nuestro país aún es común que los tabuladores salariales de los hombres sean más altos que el de las mujeres, por lo que una relación de dos hombres tiene mayor posibilidad de tener altos ingresos, mucho más que una relación hombre-mujer. Este beneficio económico se traduce en mejores vacaciones, altos gastos en teatro, conciertos y ballet, así como muebles de diseñador, cocinas inteligentes y todas esas cosas que nos hacen tan felices y nos hacen sentirnos una versión alterna a Martha Stewart o uno de los chicos de queer eye for the straight guy.
  • Cuatro Brazos de gym: En nuestra manía por tener cuerpos que arranquen suspiros, tratamos de tener estructuras musculares agradables, que se derivan en fuerza, que a su vez resulta una capacidad física muy útil para arreglos de casa, remodelaciones, trabajos duros en jardín y hasta mecánica. Es así como en una relación de dos hombres, donde no hay sexo “débil” una mudanza puede ser algo muy fácil.
  • Un mismo “modelo” de cuerpo: En estas relaciones, los dos individuos son similares, así que las teorías de John Gray sobre los hombres de Marte y las mujeres de Venus no aplican. En el amor homosexual hay mayor facilidad para entenderse mutuamente, ya que no hay menstruaciones, cambios hormonales tan intensos y mucho menos órganos sexuales diferentes. Por lo que es fácil saber como comprender y dar placer a tu pareja, ya que es tu imagen en el espejo y no un ente desconocido cual extraterrestre.
  • Dos guardarropas: Una de las mayores ventajas en la vida en pareja con otro hombre, es que automáticamente tu guardarropa se multiplica, y súbitamente y con un poco de gusto y estilo puedes tener más cambios de vestuario y look que la misma Lady Di o Marthita Sagún en sexenio Foxista. Claro que este punto aplica si tu y tu pareja son de cuerpos similares, si no mínimo se pueden prestar los calcetines, corbatas y gemelos, lo cual ya es bastante ganancia.

A este punto puedo apostar a que algun@s de mis estimad@s lectores heterosexuales y lesbianas estarán arrancándose las lacias cabelleras por mi “parcial” forma de ver las cosas y lo polarizada de mi opinión sobre las relaciones entre dos hombres, reflejo de que desde hace ya bastante tiempo vivo una relación de pareja y me he beneficiado de todo lo ya mencionado.

Pero debo aclarar, que con esta reflexión no hago menos, o demerito una relación de hombre-mujer ó mujer-mujer, sino que simplemente hago notar que lo que para muchas personas es “aberrante” para otras personas como yo es una forma de vida, llena de satisfacciones, amor, cariño, apoyo mutuo y sobre todo, la sensación de que existe alguien en esta vida que te llena al 200%.

Creo que es importante que las personas conservadoras y la población en general nos demos cuenta, que en el mundo que nos está tocando vivir, es injusto mantener esquemas arcaicos de estructuras familiares, ya que observamos que hoy en día cada vez es más común que los matrimonios oficiales terminen en divorcio, en la vida diaria vemos como la media de un matrimonio son algo más que tres años y ni se diga en la farándula, donde el divorcio de Britney y Kevin, el de Ryan y Reese o el de Jessica y Nick nos hacen pensar que no existe el verdadero amor ni con lana incluida, y es así como en Hollywood o en Monterrey, cada día cambia más la morfología de los núcleos familiares.

Es por eso que debemos de dejarnos de prejuicios y darnos cuenta lo verdaderamente importante es que el amor subsista y siga siendo el cemento que construya, independientemente de que los involucrados sean o no, del mismo sexo: estructuras sólidas y duraderas.