viernes, abril 27, 2007

La Televisión Rosa

El entretenimiento ha evolucionado con el paso del tiempo. Todos aprendimos desde la escuela que el pueblo romano vivía bajo la premisa de “Pan y Circo”, donde los espectáculos del Coliseo estaban diseñados para embrutecer al pópulo, ya que aparte de ser un showroom para guapísimos Centuriones con cuerpos de Dioses, eran el foro para divertirse a costa del sufrimiento ajeno, con leones atacando a personas, triste pero real. Cualquier parecido con lo que actualmente hace Juan José Origel comiéndose vivos a los artistas locales para entretener a los sectores más afectados de México es mera coincidencia, Juan José se vería ridículo con Falda y Casco de Cepillo.

Con el paso de los años, la industria del showbusiness evolucionó a encantadoras obras, conciertos e inclusive el Circo, para finalmente desencadenar en lo que hoy en día nos entretiene a nosotros a pleno 2007, como por ejemplo el Cirque du Soleil, que nos honrará con su presencia en Monterrey este fin de semana con Delirium. El Cirque es reconocido por ser pionero en desarrollar un nuevo concepto de negocio en el entretenimiento, en donde la Innovación en el arte de crear temas, hacer malabares, música y hacer reír al público los han convertido en una empresa rentable, globalizada y presente en la mente de todo el público. Es fascinante como tomaron un concepto universal como el Circo y lo evolucionaron a una dimensión donde los leones y elefantes dejaron de ser relevantes, para quedarse con la esencia de asombrar al público y mantenerte al borde del asiento porque te sorprenden con cada número, y sin decir una sola palabra en tu idioma te transmiten mensajes universales con los lenguajes de la música y el cuerpo.

Tristemente, para entretenernos no podemos asistir al Cirque du Soleil todos los fines de semana, ya que estaría imposible viajar cada semana a Las Vegas, a Orlando o hasta Europa a deleitarnos con los diferentes espectáculos del Cirque, aparte que quedaríamos más endeudados que Paulina Rubio después de pagarle a Hacienda. Es por esto que tenemos que recurrir a más entretenimiento que sea mas accesible, como el cine y la televisión, y es en esta última en donde nuestra generación ha vivido un fenómeno: Las TV-Series.

Es ahora sumamente común que todos nuestros conocidos sean adictos al menos a alguna serie de televisión, es así como l@s geeks-Meds no pueden dejar de ver ER, l@s que aman las relaciones patológicas ven Grey´s Anatomy o Nip Tuck o l@s wannabe perfect-couple no se despegan de Desperate Housewives, solo por mencionar algunas. En todas las revistas de corazón se hablan de los protagonistas, de sus historias y se especula en torno a los finales de temporada. Ahora los escritores tienen una labor de no solo entretener sino también de aportar algo a sus seguidores, ya que sus series se han vuelto verdaderos espacios de comunicación con gran alcance de distribución.
Gracias a esta nueva conciencia de los escritores, causas como la pro-gay han hallado en las TV-Series foros de comunicación y herramientas para lograr aceptación en la sociedad, lo importante es que este trabajo ha sido constante y gradual, en series como:
  • Dawson´s Creek: La historia de varios jóvenes y sus choco-aventuras en un pueblito bicicletero americano llamado Capeside nos cautivó hace ya varios años, la serie narraba las complicadas historias de los triángulos amorosos que vivían púberos preparatorianos. Sus historias solo se comparaban en complejidad con las palabras que usaban para expresarse, ya que hablaban como emergidos de un Foro Lingüístico de diccionarios Webster, sobre todo Joey Potter, personificada por la mismísima Katie Holmes, ahora la Señora de Tom Cruise, cuya fama se basa actualmente más por el destino de su útero que por su talento. En la dramática serie Joey tuvo un affair artístico y platónico con Jack McPhee, el cual resultó ser más mujer que Joey y todas las habitantes de Capeside juntas, ya que “le chillaba la ardilla”. Aún cuando Jack no era de los personajes más importantes de la serie, sin duda causó conciencia en los televidentes sobre la presencia de homosexuales normales, sin aspiraciones a travesti o a ser estilistas en el mundo real, ya que todo lo contrario, el personaje era jugador de fútbol americano, pertenecía a una fraternidad y a fin de cuentas termina en una relación amorosa duradera y encantadora, con el hermano de Pacey, otro de los protagonistas de la serie.
  • Will & Grace: La historia de un abogado “de ambiente” y su mejor amiga viviendo juntos en Nueva York son a grandes rasgos la trama de una serie cómica que revolucionó la forma en la que las mujeres apreciaron a los gays, convirtiéndolos en aliados permanente para superar frustraciones amorosas, laborales y hasta familiares, ya que se percataron que en cada uno tenían a un asesor de la moda, doctor corazón, acompañante cute para eventos y paño de lágrimas, tal cual Will soluciona la vida de la pelirroja Grace. Esta serie también apalancó su éxito en Jack (otro a la cuenta, nombre muy queer por lo visto en USA) un cliché-cuasi caricaturezco que es fanático de Cher, es capaz de ligarse a cualquiera y es la Barbie de Karen, una alcohólica millonaria que todos amamos en la serie, ya que es ácida, elitista, negrera y dependiente emocionalmente con su empleada doméstica Rosario, hasta ella sabe que la Chacha es la felicidad del hogar.
  • Queer as Folk: Desafiando cualquier esquema mental, QAF por sus siglas dejó al desnudo el mundo gay, mostrando las vidas de un grupo de amigos más heterogéneos que un anuncio de Benetton, pero que comparten una vida en un getto gay donde realizan sus actividades favoritas: comer ensalada, ir al gym y ligar en el antro. La serie cautivó porque muchos nos vimos en parte retratados y otros querían ser parte de lo que ahí se vivía. Jamás olvidaremos a Brian Mckinney, el homosexual guapo, millonario y exitoso en su trabajo, con el único defecto que era más zorro que Britney Spears en primavera y su capacidad de comprometerse era tan inexistente como la moralidad de Niurka. Los más “fuertes” tenían a Emmet para reflejarse, un quimérico ser alto y masculino pero vestido al estilo Agatha Ruiz de la Prada. Los “geeks” también se vieron reflejados con Michael un adorable adicto a los cómics y en Ted, el clásico treintón que trata de lucir y comportarse diferente a lo que realmente es. Finalmente la nueva generación tomó como icono a Justin, un niño que aprende el significado de ser “del club” durante la historia, sufriendo rechazo en su escuela, de su familia pero siendo acogido por la comunidad (y también la misma palabra pero sin la A).
  • L-Word: Injustificadamente aún en la comunidad gay teníamos el concepto de que la lesbiana por ley tenía que usar pantalones de mezclilla a la cintura, camisas a cuadros, cabello corto y zapatos de constructor. Con esta serie aprendimos que las mujeres que se entregan a los placeres de Safo son como cualquier mujer: interesantes, enigmáticas, femeninas y guapas, salvo algunas excepciones en las cuales algunos personajes voluntariamente optan por ser un poco más “macho man”. La historia, de los mismos productores de QAF se centra en un grupo de lenchas en Los Angeles que comparten amistad y pasados amorosos, ya que explotan que todas están relacionadas sentimentalmente novias, fajes y demás, pero debo confesar que a veces uno necesita varios días para asimilar lo complejo de sus relaciones.

Luego de terminar esta escueta lista me doy cuenta que ya desde antes había indicios de personajes "raritos" en la televisión, como la relación sado-masoquista de Gilligan y el Capitán en Gilligan´s Island solo por mencionar alguno. Creo que es importante darnos cuenta como la televisión ha hecho su parte en promover la cultura gay en la sociedad, mostrando desde diferentes ángulos y en diferentes tonos “realidades” que nos rodean y que muchas veces la gente straight desconoce. Es relevante mencionar que no todo lo que sal en la televisión es 100% real, y ojala los televidentes no crean que pasamos todo el día ligando, ejercitándonos y drogándonos, ya que afortunadamente como en todo, la televisión busca entretener y no ser una copia fidedigna o biográfica.

Ojala continúen produciendo TV-Series que cada vez aborden más temas, más situaciones y más personas con las que a fin de cuentas la sociedad entienda que la riqueza de nuestro mundo radica en la diversidad de colores en nuestra piel, ideas en nuestra mente y formas de amar en nuestro corazón.