viernes, abril 20, 2007

Keep Walking

Esta semana Monterrey, la tierra de las montañas, Licha Villarreal, y el cabrito al pastor, tuvo la oportunidad de escuchar en vivo a un grupo leyenda: Aerosmith. Debo confesar que no soy un ferviente admirador de la banda, pero aún así conozco la mayoría de sus éxitos, por lo que el concierto fue toda una experiencia donde convivimos en el mismo espacio niños, jóvenes y adultos. Muchos de éstos últimos seguramente ya con tarjeta del INSEN, pues es relevante mencionar que Steven Tyler y compañía han causado furor en la música desde hace ya varias décadas y hasta la fecha.


Es fascinante que al oír sus canciones, nos vienen a la mente momentos de nuestra vida, videos de MTV y escenas tan variadas como Alicia Silverstone y Liv Tyler ligándose a un semental americano en la campiña estadounidense con “Crazy” o a Cameron Diaz y a Christina Applegate cantando “I don´t wanna miss a thing” en The Sweetest Thing (USA, 2001) mientras Selma Blair está atorada al piercing genital de su novio, ¡que memorias tan edificantes!.


Debo confesar que independientemente de que Steven Tyler explotó en el escenario, derramó energía y llenó el escenario con sus desgarradores gritos rocanroleros aún cuando la regiada estuvo más frígida que una doñita anorgásmica, no pude dejar de pensar durante todo el concierto, que si las drogas y el alcohol han llevado al vocalista de la gran boca a esa escala de éxito, calidad musical y a esa maravillosa cintura talla 28 y esas delgadísimas piernas que lucen maravillosas en jeans, nos han mentido y los excesos tal vez si son nuestros amigos.


Ya al terminar el concierto y recuperar mi conciencia y mi cordura sobre el tema de las adicciones y lo mucho que pueden llegar a destruirnos, finalmente caí en la cuenta de que en teoría Steven Tyler superó sus adicciones hace ya mucho tiempo y que si hubiera seguido en el camino de la perdición ahora lo único que quedaría de él serían muchos discos de platino, un esqueleto con una quijada brutal e hijos esparcidos por el mundo. Afortunadamente, fue capaz de superar sus adicciones, y tengo que admitir que a sus 59 años, luce más cool y sexy que nunca, ya que con esa mirada perdida, esa boca con la que parece que te va a comer vivo y ese cuerpo skinny de rockstar, hace que todos sus fanáticos, ya sean hombres ó mujeres pierdan el aliento cuando se retuerce en el escenario.


Al analizarlo objetivamente, creo que es fascinante observar como alguien puede lograr mantener su estatus de divo del rock e incrementarlo año con año aún con casi 6 décadas sobre la faz de la tierra, sobre todo en una industria tan competitiva y cambiante como la música, donde de un día para otro nacen nuevas estrellas y es sumamente difícil afianzarse en la memoria a largo plazo del público. Creo que la única forma de lograr esta “permanencia voluntaria” es con mucho talento, paciencia y trabajo constante y de alta calidad, para lograr ser un verdadero astro de la música o en cualquier industria en la que uno emprenda.


Y es así como me doy cuenta que Steven Tyler no es el único que ha logrado crecer y valer más con el paso del tiempo, sino que estamos rodeados de personas, situaciones y objetos cuya plusvalía aumenta cada vez más, cual hormonas de burro en primavera, tales como:


  • El arte: Probablemente Vincent Van Gogh no pudo vender en toda su vida un cuadro, pero hoy tiene museos dedicados a su obra y cada pintura está afortunadamente mejor cotizada que cada nalga de Jennifer López o los labios de Angelina Jolie, los de la cara al menos. Creo que el tiempo es un juez justo para el arte, ya que poco a poco los verdaderos artistas sobresalen del montón y logran pasar a la historia. Es por eso que siempre hay que estar abiertos a entender y conocer nuevas formas de expresión en la pintura, escultura, cine y música, ya que probablemente hoy en día solo veamos un conjunto de rayas y colores que parecen hechos por un niño de primaria, o en algún concierto solo escuchemos una afonía enigmática, pero posiblemente los autores son las promesas artísticas del futuro, y tenemos que tener la sensibilidad para entenderlos y apreciarlos.

  • Los amigos: No cabe duda que con el paso del tiempo los verdaderos amigos toman más valor que una acción de The CocaCola Company, ya que con el paso de los años, la cantidad de experiencias vividas incrementa exponencialmente, al igual que los viajes, los desamores, los chistes, que se disfrutan en conjunto, volviendo las relaciones invaluables. Con ellos nos acordamos de nuestras primeras noches de juerga, nuestros ligues de antro cuando todavía estaba de moda “El General” o de lo difícil de nuestros exámenes de carrera. Es fascinante como a fin de cuentas nos percatamos que el dinero puede venir e irse, los problemas pueden afectarnos por un tiempo, pero los verdaderos amigos siempre están ahí para nosotros, y probablemente no sean más de 4 o 5, pero son para nosotros un ejército completo de apoyo.

  • La moda: ¿Qué pensaría Jackie O cuando uso su primer traje Chanel rosa? o ¿que habrá pasado por la mente Audrey Hepburn al usar el Givenchy negro en Breakfast at Tiffany´s (USA, 1961)? Ambas hicieron historia al usarlos y volvieron emblemáticos e inmortales estilos y atuendos, que hoy en día, varias décadas después de ser usados siguen siendo historia y referencia en el mundo del glamour y de los fashion trends. Es por eso que te recomiendo que la próxima vez que tengas que entrar a tu closet vestidor a decidir que segunda piel usarás para alguna ocasión, lo reflexiones más a fondo ya que en una de esas puedes lograr pasar a la historia con una moda nueva, o en el peor de los ser víctima de Joan Rivers por usar la peor combinación jamás hecha.

  • Las ideas: Aún cuando hay conceptos y teorías que son tan temporales como la carrera de Belinda o el tiempo de sobriedad de Britney Spears, hay verdades que logran evolucionar y afectarnos a todos. Galileo estaría hoy en día sumamente feliz de saber que aún con todo el mundo en contra, la tierra se mueve o Darwin estaría más que pleno de saber que sus teorías ya son casi tomadas como leyes. Creo que lo importante en el mundo de las ideas es nunca aceptar algo solo porque es lo establecido, sino cuestionarlo y enriquecerlo, así probablemente podamos ser los siguientes autores de una idea que estudien nuestros hijos o al menos seremos capaces de entender las cosas por fundamento y no solo tomarlas por dogma de fé, así le damos el verdadero valor a cada concepto que pasa por nuestra cabeza.


Ante el incesante paso del tiempo definitivamente muchas cosas y personas están ganando valor día con día, y creo que es tranquilizante cuando nosotros somos parte de este grupo de “alta plusvalía”, ya que esto involucra que día a día estamos mejorando, creciendo (en la mente y en el corazón porque en la cintura no es tan feliz) y en general, en el sentido más ambicioso nos hacemos a medida de lo posible, cada día más perfectos que ayer.


No todos podemos ser Steven Tyler y lucir como dioses a los 60 años, pero si nos podemos encargar de que al menos hagamos varias cosas al día que nos hagan valer más, como dar un esfuerzo extra en el trabajo, leer a algún autor que nos apasione, ayudar a alguien en problemas o hacer una introspección que nos haga ver nuestras áreas de oportunidad. Creo que lo interesante está en nunca estancarnos y quedarnos en un estado de comfort en donde ya no tengamos retos, sino siempre desafiarnos a nosotros mismos y tomar una filosofia muy de Johnny Walker, no solo de disfrutar de su delicioso elixir ambarino sino en nuestra vida diaria: Keep Walking.