viernes, diciembre 22, 2006

Nuevamente en la puerta del sol

La paz, la esperanza, la generosidad y la alegría son algunos de los valores y sentimientos más maravillosos que nos traen las celebraciones decembrinas, las cuales súbitamente en las últimas semanas han invadido nuestras ciudades, programaciones de TV y claro está, nuestros corazones, con la celebración de la Virgen de Guadalupe, Navidad y Año nuevo.


Cabe mencionar que estas épocas son de felicidad extrema para Mattel, los puesteros de los tianguis, Luis Miguel con su disco navideño y hasta para los chinos con su masiva producción de “Guadalupanas”. Para los demás mortales, estas son fechas en las cuales aprovechamos para reunirnos con nuestros seres queridos, compartir con los que menos tienen, consentir con regalitos a los más amados, comer como verdaderos puercos, tomar como cosacos y claro está, portar con honra las nuevas tendencias otoño-invierno, que mucho batallaron Donatella y Miuccia para establecerlas.


Es también para estas fechas decembrinas cuando aprovechamos para “hacer un balance de lo bueno y malo” del año, de sentarnos y recordar lo que hemos vivido y como lo hemos hecho. De ser objetivos con nuestro comportamiento y también de analizar en retrospectiva los eventos relevantes de nuestro entorno, y según sea el caso, reír o llorar, pero siempre con la confianza de que algo hemos aprendido.


Para predicar con el ejemplo, hago un breve recuento de lo que para mi humilde Visión, fueron algunos de los eventos más relevantes del año:

  • Un año de estrés político: El 2006 será recordado por muchos mexicanos como un año decisivo en el futuro del país, tuvimos unas elecciones para ejecutivo más competidas y tensionantes que una final de patinaje artístico en las Olimpiadas de Invierno. Algunos ya teníamos planes de irnos de mojados a Canadá en caso de que AMLO ganara, otros ya estaban empapándose de la pseudos-izquierda mexicana para que no los agarraran en curva. Pero lo más importante es que la mayoría de los mexicanos se involucró activamente en el proceso de elección aún cuando hubo un Mundial de por medio, lo cual es meritorio, pues demuestra que xico, aunque todavía está “modorro” ya está despertándose y caminando medio dormido hacia una verdadera democracia, desarrollando ideologías y criterios políticos y dándose cuenta que el gobierno, existe gracias a los gobernados. Aquí entre nos en el fondo agradezco todos los desplantes de AMLO, con eso la gente se dio cuenta de el grave error que hubiera sido tener a ese simio como presidente.
  • El año de la perdida de pudor y los desordenes alimenticios: En este año aprendimos que no hay que pagar por una Playboy para conocer lo más profundo y cavernoso de una afamada cantante, sino que Britney Spears lo muestra todo (literalmente) al bajarse de su automóvil. También fuimos testigos de cómo la realeza del showbusiness volvió a poner de moda la bulimia y la anorexia con las gemelitas Olsen, Lindsay Lohan y Nicole Ritchie, quedando a fin de cuentas todas con el mismo look de paleta de piña que les vendió a millones de dólares la “estilista” Raquel Zoe. Gracias a Dios, este año las grandes casas de moda al fin dieron un paso en contra de la delgadez extrema, prohibiendo que modelos ultraflacas desfilaran em las pasarelas de Cibeles, Rio de Janeiro y Milán, ojala ahora hagan ropa para gente normal, modelada por cuerpos estéticos pero sanos, pero que no abusen porque tampoco queremos ver a Sheyla en pasarela.
  • Un año de conflictos mundiales: Miles de muertos y familias afectadas en la guerra del Líbano, conflictos en Irak y para no irnos tan lejos, en nuestro propio país tuvimos en Oaxaca, una cuasi-guerrilla ocasionada por problemas entre los maestros y el gobernador del estado. Definitivamente durante el 2006 fuimos testigos nuevamente de como la violencia solo se deriva en muerte y tristeza. Creo que es interesante darnos cuenta que hoy en día estamos tan familiarizados con ver guerra en películas, tv-series y hasta caricaturas, que hemos perdido el repudio que debemos de tenerle, ya que solo deja sufrimientos, familias incompletas así como muchos odios y resentimientos entre pueblos y países.
  • El año de las bodas y divorcios famosos: Después de la boda de TomKat, los múltiples enlaces de Pam Anderson, y hasta la boda de Nicole Kidman, siguieron los aparatosos divorcios de Britney Spears, Whitney Houston (que ojala incluya divorcio de las drogas) y Reese Whiterspoon. Tanto movimiento nupcial nos da una clara idea de que si de por si, una relación amorosa es difícil, cuando tienes a un millón de paparazzis encima y a todo el equipo de E! Entretainment Televisión publicando todas tus intimidades, es una verdadera “Mision Imposible” mantenerte a flote y hacer duradero un matrimonio. Lo preocupante de todas estas relaciones efímeras, es que en muchas ocasiones dejan hijos de por medio, que son los que a fin de cuentas pagan los platos rotos de matrimonios infructíferos y pleitos entre sus padres, que en algunos casos terminan en libros de los trapitos sucios de alguno de los cónyuges, sobre sus preferencias sexuales, el abuso en el uso de drogas ó inclusive el apeste de los pies.
  • Un año de muchos refritos: Como televidentes estamos hartos de bailarines frustados (aunque bailen por la boda de sus sueños) de cantantes wannabe que supuestamente asisten a escuelas de “alto redimiento”(La Academia) y ya estamos cansados en el cine del terror con tinte japonés cuyo único chiste es asustarnos mostrando a niños que maúllan o mutilados (La Maldición 2). El gran problema, es que el siguiente año no pinta diferente, ya que estaremos viendo otra película de Rocky con Silvestre Stallone, que no me asombraría amenazara con grabar Rocky Vs. La Parca: El capítulo Final. También tendremos el re-make de Muchachitas en la TV, que hay que aceptar, que no será nada sin la Tesorito León y sus llantos mocosos. Esperamos que directores exitosos como Almodóvar, González Iñarritu y Del Toro nos sigan sorprendiendo con su talento en el cine, y hasta Rosy Ocampo haga otro éxito con alguna novela de época.

Después de un brevísimo análisis de algo del 2006, puedo concluir a ciencia cierta que fue un año de montaña rusa, con complicadas y empinadas subidas, emocionantes bajadas y momentos tensionantes en los que nos quisimos “bajar” pero fue imposible y que a final de cuentas, al terminar el viaje y verlo en retrospectiva, nos da satisfacción por haber salido triunfantes del reto.


En lo personal te puedo decir, estimad@ lector, que este año estuvo lleno de satisfacciones personales, laborales, amorosas, repleto de deliciosos Cosmos, de amistades maravillosas, de unos viajes estupendos, de la presencia continua de la familia, de moda sublime, pero sobre todo de mucho auto-aprendizaje y amor.


Creo que el año que viene, nuevamente será un reto, ya que de antemano sabremos será difícil para todos, por la transición de gobierno en México, la invasión mundial de RBD, el estancamiento de la economía americana, más productos de la marca Thalía y posiblemente una nueva generación de la Academia de TvAzteca, pero ante un panorama difícil, una buena cara.


Siempre he pensado y escrito por este medio, que el futuro lo escribimos en el presente, apalancados en el pasado (más no anclados por el) y creo que la mejor forma de empezar el siguiente año, aparte de hacerlo con una buena dieta de la Zona y clases de pilates, es con la filosofía de que estamos llenos de virtudes, capacidades y talentos que nos permitirán salir delante de todos los obstáculos y pruebas que aparezcan en nuestro camino.

Mis mejores deseos para estas fiestas, y te deseo el mejor de los años para este 2007, gracias por formar parte de esta Visión.