viernes, abril 07, 2006

Un final feliz

El domingo pasado, gracias a la magia de los collector´s box y luego de varios meses de disfrutar y recordar los momentos mágicos de uno de los mejores programas que ha hecho HBO, vi el final de Sex & the City. Al terminar el capítulo y ver a Carrie Bradshaw alejándose de mi campo visual con uno de sus estrafalarios outfits en Manhattan para después aparecer el telón de créditos, no pude evitar sentirme muy triste, me cayó el veinte de que ya no me reiría mas de las aventuras del genial cuarteto y aunque suene aún más patético que el llorar viendo “Mujer, Casos de la Vida Real” empecé a extrañar a Charlotte, Samantha, Miranda y a Carrie por supuesto. Y es que, por más que me moría de ganas de ver en que terminaba la serie, al llegar el final me sentí melancólico, ya que aunque sea dificil aceptarlo, todo en esta vida, salvo la carrera musical de Cher, tiene un fin:

  • El final de una relación de pareja: Ya sea en el mejor de los términos (¿existe esto?), huyendo despavorido de la casa de tu “ex” esquivando los sartenes tefal o haciendo millonarios por un incontrolable llanto a los malditos dueños de kleenex, el terminar una relación siempre genera una cascada de emociones: vulnerabilidad, tristeza, odio, arrepentimiento, etcétera. Cabe mencionar que muchas veces en nuestras relaciones tratamos de seguir “grabando temporadas” aún cuando ya nos volvemos repetitivos y aburridos en la historia (cualquier parecido con las novelas de Thalía es mera coincidencia) y el giro de nuestra “tv-serie” pasó de ser juvenil y amoroso como Dawson´s creek a algo más predecible y soso como el Canal del Congreso.
  • La última rebanada del pastel: El mejor ejemplo de que hasta las cosas buena se terminan, radica en este caso, ya que no importa que sea un rollo de mango de Delicias del Contry, o una rebanada de pastel de chocolate del Starbucks, siempre la última rebanada nos recuerda que las otras 7 deliciosas rebanadas yacen actualmente en nuestra inmensa humanidad, y es entonces cuando nos invade un sentimiento de culpabilidad y amplio remordimiento, pero desgraciadamente, es demasiado tarde (di no a la bulimia Lindsay Lohan) y nuestro único consuelo es que si hay otra era del hielo nuestro colchón de grasa aislante va en aumento y sobreviremos (¡Si tu especie va a vivir aplaudirás!).
  • El final de la escuela: Por más que cuando nos levantábamos a las 6:00 AM para llegar a tiempo, o cuando nos desvelábamos haciendo tareas, rogábamos al cielo que el suplicio escolar terminara, una vez ya graduado, de la preparatoria o la carrera, no podemos evitar sentir nostalgia cada vez que pasamos por nuestra escuela o vemos a un grupo de estudiantes en el Vip´s. No solo extrañamos el subsidio económico paterno y una postura de inocencia hacia la vida, sino que extrañamos el burlarnos de algunos maestros, el pasar horas y horas con nuestros amigos y el tener más de 2 meses de vacaciones al año.
  • El término de una moda: En algunos casos damos gracias a Dios que la moda se renueve continuamente y rezamos a la deidad de nuestra preferencia que algunas tendencias no regresen (Miuccia y Donatella no cuentan como Deidades) recordamos con resentimiento modas tales como los pantalones Levi´s entubados hasta la garganta tipo Brandon Walsh en Beverly Hills 90210, los afros setenteros o los colores fosforescentes de BugleBoy que usaba Will Smith en The Fresh Prince en los noventas, pero en otros casos recordamos con nostalgia, como la comodidad de la tendencia neo-oriental que puso Madonna de moda hace algunos años, o los accesorios de conchitas que usaba Brian Kinney en Queer as Folk.
  • El fin de semana: Cuando tu primer pensamiento del lunes es - ya casi es fin de semana, quiere decir que estás muy familiarizado con este alegre final, el descanso de dos días luego de 5 arduos días de trabajo o escuela. Muchas veces nos quejamos que la vida cada vez pasa más rápido, y yo siento que es consecuencia de que carrereamos la vida misma para que llegue el viernes en la tarde.

Sin duda, durante toda la vida he tenido finales muy tristes, pero muchísimos finales y fines que me han dejado una sonrisa, y es que creo que por más que algo muy bueno llegue a su fin, cuando uno pone todo el corazón en el proceso, al terminar viene una gran satisfacción, y no solo digo esto por el sexo, sino en general para cualquier proyecto que emprendamos, aunque darling, si el final del sexo no te deja una sonrisa, acude junto a tu pareja a tu terapeuta sexual más cercano.

Un aspecto relevante de la vida es que es un continuo cambio, cada segundo que pasa, ya sea por ideas generadas o hasta celularmente hablando, somos diferentes a cada instante, vivimos a cada segundo un cambio, y lo que está en medio de cada alfa y cada omega es la vida misma, y debemos de aprender a disfrutar cada cosa que hacemos, sea buena o mala, y cada quien decide como afrontar su propio camino ya que de cada uno de nosotros dependerá el que la historia de nuestra vida sea sosa como una más de las historias de relleno del canal Golden Choice, o sea el apasionante guion original acreedor a un Oscar, y no se tu, pero yo prefiero por mucho, la alfombra roja.