viernes, mayo 11, 2007

El Villano Mas Mortífero

No cabe duda que hoy en día, el cine es una mina de oro, ya que por más aislados que estemos del socialité o de las pink notes de Hollywood, todos encontramos relajante desconectarnos de los problemas de nuestro país y de nuestra vida por 2 horas para disfrutar una película. Es así como tal aún cuando tal vez ignoremos que Paris Hilton estará mas enjaulada que un león de circo o de los pormenores y caídas de la boda de Pau Rubio, todos sabiamos que se estrenaría la nueva película de Spiderman en estos días, ya sea porque no lo dejaban de repetir en la TV, o los continuos espectaculares en las calles.
Fue así como siendo una víctima irremediable del celuloide, corrí a ver la nueva película de Toby Maguire y Kristen Dunst, la cual cumplió su cometido de llenarnos de escenas de acción y efectos impresionantes ya que se especializó en múltiples situaciones de confrontación entre el bien y el mal pues en esta entrega, Spiderman se enfrenta a dos villanos, un amigui y hasta consigo mismo. Muchos podrán decir que la película tiene el error de querer contar demasiadas historias en muy poco tiempo, lo cual probablemente es correcto, pero a fin de cuentas todas las películas de super heroes tienen como único objetivo hacer adictos a los niños a sus personajes para así enriquecerse con la producción masiva de merchandise, por lo que nadie puede culpar a los productores de hacer una película con tanto villano.
Debo confesarte que hubo algo que me aterró de la película, ya que aún con mi afición al cine y a mi excesiva imaginación yo tiendo a no asustarme con ninguno de los varios villanos que han salido en Batman, Superman o en esta misma saga de Spiderman, pero en esta ocasión hubo un villano que me asustó y que probablemente me perseguirá toda la vida: una mala elección de outfit.
Y es que aunque no parezca, la mala elección de traje de Spiderman le ocasionó la mayoría de problemas en la película, y es hasta que se despoja de el cuando al fin empieza a ver la luz nuevamente (literalmente). Y es por eso, que este villano me aterra realmente, ya que no es un "mounstrito" alienígena, un anoréxico que tiene obsesión con los acertijos o las momias de guanajuato con vida, sino un villano que puede estar en cualquier lado, como en algún estante de Zara, en tu vestidor o en la siguiente caja de regalo que abras.
A lo largo de mi vida, la mayoría de las personas que me han conocido en persona, tienden a pensar que tengo una excesiva obsesión con la moda y la ropa. Yo con objetividad tengo que admitir que es totalmente cierto, ya que bajo mi personal punto de vista, las camisas, pantalones, zapatos y hasta mañanitas que elegimos para usar cada día, vienen a fin de cuentas siendo una segunda piel, que no solo nos dan un color, sino también una forma, una textura y a fin de cuentas terminan siendo las mejor aliadas, o las peores enemigas que podemos tener.
Es por eso que hoy reflexiono sobre aquellas prendas y/o accesorios que puden ocasionarte más problemas que el traje negro de Spiderman, tales como:
  • Chanclas con calcetines: Es increíble como tanta gente puede creer que unas sandalias pueden llegarse a ver bien con calcetines, no se si creen que es un intento de proteger sus pies de las inclemenencias de la arena o del viento marino, pero aún así es uno de los errores más fatales que uno puede cometer al asistir a una playa o al caminar por la ciudad en verano. La situación se vuelve aún mas crónica cuando los calcetines son de colores oscuros oficinísticos y las chanclas son un intento de "modernidad" tipo Squalo noventoso o patas de gallo tipo albañil.
  • Pantalones de cadera, cuando no tienes caderas: En demasiadas ocasiones últimamente, he visto como muchachitas (no las de la novela precisamente) tienden a usar pantalones de cadera, cuando carecen tristemente de ellas, pero para compensarlo portan orgullosas unas estrías que parece que las arañaron todos los felinos de Africa y unas lonjonas del juicio, que si realmente cumplieran su nombre, sentenciarían a sus portadoras a una eternidad de dieta de agua, aerobicos de Jane Fonda y cremas milagrosas anti-estrias de Lyn May.
  • Pseudo-camisas interiores: Seamos realistas, si eres un usuario habitual de camiseta interior, y súbitamente te topas con que no has lavado ropa y no tienes ninguna, lo peor que puedes hacer es usar una camiseta normal con tal uso, y encima ponerte una camisa. En un 99.9% de los casos, la tipografía de "Abarrotes la Golosa" o "Tlapalería mi clavito feliz" será visible através de tu camisa, dejando la percepción de que quieres publicitar tan finas marcas o tu presupuesto para ropa interior es menor que la moral de Marcelo Ebrard y sus compinches perredistas.
  • "Look dominguero": Si en algún domingo al salir de tu casa alguien te da caridad, o te pide que le laves el coche, creo que es necesario que te auto-examines y te percates de como andes vestido y que fachas traes. A menos de que seas La Chupitos, un aspecto fachoso y fodongoso nunca es bien visto, por más de que sea domingo o día feriado, es así como todos nos tenemos que convencer, que por más comodo que sea, el salir de nuestro plácido hogar con una bermuda a media nalga tan ancha cual jugador de basket afromericano, una camiseta con más huecos que una media de Gloria Trevi y una cabellera más revuelta que el congreso de la Unión, nunca es aceptable.
  • Usar Marcas con Ropa: Si eres de aquellos que solo compras D&G y Armani porque toda la espalda tiene un bordado que informa a cielo, mar y tierra la marca que portas, tienes un serio problema. La ropa se ha hecho para vestirse, no para publicitar las marcas, por lo que la mayoría de la gente considera naco, pretencionso y mega wannabe a las personas que les gusta que hasta un ciego sepa que Donatella o Stella han confeccionado sus sofisticados vestuarios.

Estas son algunos de los miles de ejemplos que podemos citar de errores que podemos llegar a cometer al elegir una simple combinación de prendas. Creo que es importante mencionar que aúnc uando suene superficial, la primera impresión jamás se olvida, por lo que creo que continuamente tenemos que cuestionarnos si físicamente estamos listos para dar una excelente primera impresión a la gente que nos rodea, pero siempre recordando que una actitud amable, una buena plática, una sonrisa y una forma de ser honesta, son la otra parte de una imagen visual y emocional que podemos causar.

Espero tengan un excelente fin de semana, y recuerden que el villano del mal gusto puede estar en cualquier lugar y puede atarcarlos en cualquier momento, una GQ, un queer fashion sense y un poco de sentido común son las mejores armas para vencerlo.